noviembre 03, 2010

Splice (2009)

El último milagro de la ciencia... Es un error.


Splice, del director canadiense Vincenzo Natali, narra la historia de Clive Nicoli (Adrien Brody) y Elsa Kast (Sarah Polley), una pareja de genetistas que trabajaban en el desarrollo de una nueva especie mediante la cruza del ADN de diversos animales. Estas especies tendrían como objetivo la obtención de la proteína CD356, la cual serviría para la prevención y el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y hasta formas celulares de cáncer.


Sus primeros intentos, los híbridos conocidos como Ginger y Fred (hembra y macho, respectivamente) fueron un éxito aparente, pero Clive y Elsa aún tenían un as bajo la manga: el ADN humano. Debido a la ilegalidad de experimentos de clonación humana, la farmacéutica que financiaba sus investigaciones decide ponerles un alto, considerando a Ginger y a Fred suficientes para la obtención de la proteína, y como un increíble avance en el campo de la genética. Sin embargo, Clive y Elsa no aceptarían un no por respuesta, por lo que continuaron con su experimento en secreto. El resultado; una extraña criatura que se desarrollaba a una velocidad sorprendente.


Dren (Delphine Chanéac), el nombre con que Elsa había bautizado a la criatura de sexo femenino -proveniente del inverso al nombre de la farmacéutica, N.E.R.D.-, comenzó a ganarse lentamente el corazón de su creadora, a medida que evolucionaba a pasos agigantados. Por otra parte, debido a lo peligroso de su naturaleza, Clive no creía seguro mantener a su creación con vida. De todas formas, ambos científicos adoptaron a Dren en orden de protegerla del mundo exterior, llegando incluso a considerarla más que una simple creación. Sin embargo, los roles comenzaron a invertirse debido a la inseguridad de Elsa, causada por la inestabilidad psicológica de Dren. Clive comenzaría a formar un lazo cada vez más solido con su creación, hasta el punto de enterarse que Dren y Elsa compartían algo más que una relación científica-experimento.




Al principio de la película, la acción transcurre demasiado rápido y muchas escenas acaban por mezclarse entre sí, por lo que es fácil perderse. Ya cuando comenzamos a adentrarnos en el nudo de la trama, la historia se va relentizando, tomando un rumbo más afable y cautivador. A medida que transcurre el tiempo, vemos como Dren va presentando cambios repentinos e inesperados, cambiando la monotonía aparente de una película en la cual "el experimento se vuelve contra sus amos" por la de una creación que amenaza con destruir a sus creadores desde adentro.


Acercándose al desenlace, la historia toma un camino inesperado, volviendo a pegar un giro repentino que cambia por completo las expectativas del espectador. Nada es lo que parece ser en ésta película cargada de suspenso y erotismo, que rompe con los estereotipos establecidos en más de una ocasión. Como punto final a destacar, el desenlace semi-amargo que supone la peor pesadilla para quien alguna vez consideró a su experimento como un sueño hecho realidad.


Excelente película que, aunque al principio muestre escasez de contenido y se omitan algunos datos secundarios de menor importancia, nos da a saber que no es necesario de un gran elenco para contar una gran historia.

Puntuación final: 8/10

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