El último milagro de la ciencia... Es un error.

Splice, del director canadiense Vincenzo Natali, narra la historia de Clive Nicoli (Adrien Brody) y Elsa Kast (Sarah Polley), una pareja de genetistas que trabajaban en el desarrollo de una nueva especie mediante la cruza del ADN de diversos animales. Estas especies tendrían como objetivo la obtención de la proteína CD356, la cual serviría para la prevención y el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y hasta formas celulares de cáncer.
Sus primeros intentos, los híbridos conocidos como Ginger y Fred (hembra y macho, respectivamente) fueron un éxito aparente, pero Clive y Elsa aún tenían un as bajo la manga: el ADN humano. Debido a la ilegalidad de experimentos de clonación humana, la farmacéutica que financiaba sus investigaciones decide ponerles un alto, considerando a Ginger y a Fred suficientes para la obtención de la proteína, y como un increíble avance en el campo de la genética. Sin embargo, Clive y Elsa no aceptarían un no por respuesta, por lo que continuaron con su experimento en secreto. El resultado; una extraña criatura que se desarrollaba a una velocidad sorprendente.

Al principio de la película, la acción transcurre demasiado rápido y muchas escenas acaban por mezclarse entre sí, por lo que es fácil perderse. Ya cuando comenzamos a adentrarnos en el nudo de la trama, la historia se va relentizando, tomando un rumbo más afable y cautivador. A medida que transcurre el tiempo, vemos como Dren va presentando cambios repentinos e inesperados, cambiando la monotonía aparente de una película en la cual "el experimento se vuelve contra sus amos" por la de una creación que amenaza con destruir a sus creadores desde adentro.

Excelente película que, aunque al principio muestre escasez de contenido y se omitan algunos datos secundarios de menor importancia, nos da a saber que no es necesario de un gran elenco para contar una gran historia.
Puntuación final: 8/10
la reputamedre...me da impresion ver eso
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