noviembre 09, 2010

Gran Torino (2008)

Clint Eastwood es un genio, de eso no hay duda. No recuerdo siquiera una película suya que no me haya gustado; el tipo sabe como mezclar acción, emoción y estereotipos en una película, y desde luego, Gran Torino no fue la excepción.

Según las propias palabras de Clint, en la película interpreta a un "bobo; un auténtico racista veterano de la Guerra de Corea que desprecia a todos los asiáticos por igual". Walt Kowalski (Eastwood) es caracterizado como un viejo gruñón y cabeza dura que no duda en decir las cosas que piensa -como pronto se enterará el Padre Janovich (Christopher Carley), a quien define como un chico estudioso de 27 años, virgen, que consuela a viejas supersticiosas y les promete la eternidad-. A su vez, Walt tampoco tiene buena relación con sus hijos -ya que cree que lo único que quieren es su herencia-, ni con sus vecinos; una familia de asiáticos Hmong que se había establecido en el barrio hacía poco tiempo.

Tras la muerte de su esposa, Dorothy, Walt se queda solo en su casa en Michigan, a pesar de las insistencias de sus hijos en mandarlo a un asilo. No tardaría en entrar en conflicto con una pandilla de delincuentes Hmong, quienes habían enviado a su joven vecino, un muchacho tímido y retraído llamado Thao (Bee Vang), a robar su posesión más preciada; un Gran Torino del año 1972. Sin embargo, Walt descubre a Thao husmeando en su garaje, el cual logra escapar de todas formas.

Al poco tiempo, su primo Spider (Doua Moua), el líder de la pandilla, decidie darle una nueva oportunidad para iniciarse e intenta llevarse al muchacho a la fuerza. Inconscientemente, Walt salvaría a Thao de su primo, y más adelante a su hermana Sue (Ahney Her) de un grupo de pandilleros negros. Pronto, Walt descubriría que tenía más en común con los Hmong que con su propia familia, y entablaría una buena relación con Sue. Asimismo, la madre de Thao decide ofrecerle a su hijo como mano de obra para reformarlo y a modo de disculpas por sus acciones.

Walt desarrollaría una amistad con Thao, a medida que lo instruía para dejar de ser un niño y convertirse en un hombre, para pronto darse cuenta que ni ella ni su hermana podrían vivir tranquilos mientras Spider y su pandilla siguieran haciendo de las suyas. Tras una serie de incidentes y decisiones de las que llegaría a arrepentirse, Walt descubre que solo existe una manera de ayudar a sus amigos.


De más está resaltar la excelente actuación de Clint Eastwood, y el balance protagónico casi equitativo para cada uno de los personajes que le rodean. Eastwood supo ubicar a cada personaje en su lugar, dotándoles de personalidades fuertemente marcadas que les hacen únicos a lo largo de toda la película. La trama es sencillamente excelente, aunque en ocasiones un tanto predecible debido a la naturaleza del protagonista. A cada escena nos va mostrando las transiciones que sufre el personaje principal a lo largo de toda la historia, y como influyen a su vez en la misma y en el resto de los personajes.

Aunque el desenlace parece ser de lo más predecible y canónico, en los instantes decisivos pega un giro inesperado que le convierte en un final dramático e impredecible. A pesar de ser una trama sencilla y sin muchas vueltas, sabe explicarse perfectamente a lo largo de sus 115 minutos de duración. En otras palabras; excelente película, con una excelente trama, un final inesperado y un director / protagonista fuera de serie. Es sin duda una de esas joyas que se hacen recordar cada vez que recorremos los pasillos del Video Club.

Puntuación final: 10/10

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