Para la Oficial Evelyn Salt, estar acusada de espía implicará poner su vida en juego. Pero la respuesta se vuelve pregunta;
¿Quién es Salt?
Más allá de ser el eslogan más estúpido que vi en mucho tiempo, la respuesta a esa pregunta dista mucho de la que pude deducir tras ver la película: Evelyn Salt (Angelina Jolie) es la protagonista de una película de acción TERRIBLEMENTE MALA; porque honestamente, nadie sabe quién es esta mujer.
Al principio, Salt no es otra que la "joya de la CIA"; una agente encubierta que no duda en poner su vida al límite para cumplir su trabajo. Lo primero que vemos es a la susodicha siendo liberada por la CIA de unos terroristas Norcoreanos a pedido de su esposo, Mike Krause (August Diehl), un entomólogo alemán especializado en el estudio de los arácnidos. Al poco tiempo se descubre mediante un desertor ruso que se había entregado a la CIA que Evelyn Salt era realmente Chenkov, una agente de un programa secreto de la KGB para destruir a los Estados Unidos desde adentro.
Salt se ve forzada a huir del Servicio Secreto para probar su inocencia, la cual pronto se descubriría ser realmente una fachada, para luego negarlo y probar lo contrario de lo anterior unas 15 veces, hasta que termina la película sin mostrar siquiera indicios de una trama decente.
Más allá del hecho que casi dos tercios de la película estén ocupadas por escenas fantásticas de acción berreta, una atrás de la otra, y la Agente Salt escapando constantemente de todos los bandos posibles; en ningún momento de los casi 100 minutos de duración llega a atrapar al espectador en la -si cabe- historia.
El comienzo es tan retorcido que antes de empezar la verdadera trama ya nos enreda en asuntos menores y sin importancia, y se va enredando cada vez más a medida que transcurre el tiempo. Debido al exceso de escenas de acción sin diálogos coherentes, se les olvidó el pequeño detalle de explicar por qué la protagonista escapa constantemente; y uno se traga la película entera esperando que se calmen las aguas y aunque sea ALGUIEN explique qué carajo es lo que está pasando.
El final es totalmente descolgado, cosa de no contrastar con el resto de la película, y la actuación de Jolie deja mucho que desear. Podría decirse que zafa por ser solo "una cara bonita", pero ya ni eso. El reconocimiento al único papel decente en todo el film se lo lleva Liev Schreiber; el Agente de la CIA Ted Winters que, ¿Cuándo no?, también tiene sus muertos bajo la alfombra.
¿Un consejo sano? No la vean, a menos que quieran perder 100 minutos de su vida entre persecuciones fantasiosas y escenas de acción berretas. Para peor, la Sony está considerando el deseo del director Phillip Noyce de realizar una secuela; y como si 110 millones de dólares completamente tirados a la basura no fueran poco, piensan elevar el presupuesto aún más. Que manera de gastar plata al pedo.
Puntuación final: 2/10
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