Bangkok Adrenaline, del escritor, director y actor Raimund Huber, cuenta la historia de cuatro mochileros ingleses que están de turismo en Tailandia. Aunque su principal objetivo era el de divertirse y pasarla bien, pronto se encontrarían en una situación de vida o muerte al perder 1 millón de baht (moneda tailandesa) en un juego de cartas. El líder de la pandilla que regenteaba el juego decide matar a los muchachos debido a su imposibilidad de pagar, pero sin embargo logran conseguir una semana de prórroga para obtener el dinero.
Así es como Dan (Daniel O'Neill), Mike (Gwion Jacob Miles), Conan (Conan Stevens) y John (Raimund Huber) comienzan a reunir el dinero como maestros de artes marciales, luchadores, ladrones callejeros y hasta desnudistas. Al ver que sus esfuerzos distaban de dar frutos, Mike incita a sus compañeros para secuestrar a Irene Dawson (Priya Suandokemai), la hija de un poderoso multimillonario. Pronto, el padre de Irene enviaría a sus matones para dar caza a los muchachos, quienes lucharían con todas sus fuerzas por conseguir el dinero.
Pero la que en un principio fue su prisionera, llegaría a convertirse en su protegida; así como sus perseguidores se convertirían en sus aliados debido a un oscuro misterio detrás del multimillonario Harris Dawson (Geoffrey Giuliano).
Típica película de acción y artes marciales con algunos tintes humorísticos que muchas veces no vienen al caso. La trama (o la ausencia de la misma) llega a compensarse con los emocionantes combates cuerpo a cuerpo que tienen lugar en casi toda la película, mientras que la historia pega saltos repentinos que no llegan a ser explicados en su totalidad.
Es, dentro de todo, una película disfrutable para fanáticos del género. Los combates están bien coordinados, y se hace notar la ausencia de armas de fuego (con una excepción de menos de cinco segundos de pantalla), lo cual la convierte en una película pura y exclusivamente de artes marciales. Los actores supieron desarrollar bien las diferentes personalidades de cada personaje, destacando principalmente a Raimund Huber y a Conan Stevens. Tiene ciertos elementos irónicos que generalmente acaban con alguna humorada infantil, y aunque el final muestra ser de lo más estereotípico, pega un giro repentino para enfocarse en la verdadera razón de los protagonistas para el desarrollo de la aventura, terminando de la manera más descolgada e irónica posible.
Como cliché definitivo, incluye una atracción "a primera vista" entre Daniel e Irene; y no se hace extrañar la presencia de los payasos de turno (Conan y John). Definitivamente, una película que se deja ver una tarde de aburrimiento, pero que no da mucho que hablar.
Puntuación final: 4.5 / 10
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